UNA JOVEN QUE SANA CON AMOR
Felicitas Meilán: la joven que se ¨ata¨ a jóvenes enfermos
Con 24 años Felicitas Meilán fue una de las Abanderadas de la Argentina Solidaria por fundar una ONG que acompaña a jóvenes hospitalizados.
Por: Celina Unzué
Felicitas Meilán: ¨En Cuerdas aprendí que el amor lo trasciende todo, incluso a la muerte¨
Crédito: Premio Abanderados
Felicitas Meilán dedica su vida a los demás. Su empatía, su amor y su conexión con lo espiritual la impulsaron a ayudar a los que más lo necesitan desde muy joven. Esta pasión por lo social comenzó cuando era adolescente hasta que a sus 18 años fundó Cuerdas Azules, una organización que acompaña a jóvenes enfermos durante su tratamiento.
Sin embargo, ayudar a jóvenes enfermos no es una tarea sencilla. La joven cuenta que cuando uno de los chicos que cuida o una “cuerdita”, como ella los llama, se va al cielo siente que una parte de su corazón se va con ellos. A pesar de ello sostiene: ¨Lo más importante es tener ese amor desprendido, que ama a pesar de que sabemos que la persona puede morirse¨. Esto no le impidió seguir con su trabajo y considera que todos los niños que se fueron son ángeles que la cuidan.
Felicitas Meilán: ¨Es impresionante cómo los chicos le ponen una sonrisa al dolor, como pueden reirse y jugar un ratito a pesar de todo¨.
Crédito: Felicitas Meilán
Meilán nació rodeada de amor y con unos padres muy presentes. No obstante, siempre sintió que sus inquietudes eran diferentes de las del resto. Desde niña le llamaban la atención el abandono, la pobreza o la falta de amor que veía. Eso fue lo que la impulsó a tener tanta determinación en los temas sociales y a colaborar en los diferentes proyectos que se le presentaron en la vida.
A los 14 años empezó a construir para Un Techo para mi País junto a su familia y amigos. Unos años más tarde, en busca de un nuevo trabajo solidario, conoció a una monja con la que empezó a visitar chicos en el Hospital Gutiérrez. ¨Yo lo único que hacía era ayudarla a ayudar¨, contó la joven. Fue en esos meses, cuando Felicitas aprendió cómo entrar en los cuartos de los enfermos y cómo abrazar a una mamá. Ahí fue donde entendió que la mejor forma de acompañar es desde la presencia y el amor.
Lo que no se imaginaba era que unos meses más tarde iba a terminar fundando una organización en la que hacen lo mismo que ella hacía en ese entonces. En Cuerdas Azules, los voluntarios se ¨atan¨ a niños hospitalizados para acompañarlos a través de juegos, el canto y principalmente dándoles amor. Esa palabra, el amor, se repitió muchas veces en la conversación con ella. Sin dudas, ella cree que lo que la motiva a hacer todo esto es ese sentimiento. ¨Creo que el fin último del ser humano es convertirse en una persona llena de amor¨, aseguró.
¨Creo que el fin último del ser humano es convertirse en una persona llena de amor¨
Aunque eso no es lo único que la incentiva. Felicitas Meilán se reconoce como una persona muy creyente. Sostiene que cuando las cosas vienen de Dios siente una fuerza sobrenatural para hacerlas. Sin embargo, ella se reconoce a sí misma como una persona más espiritual que religiosa. De hecho, Cuerdas es interreligioso, ya que busca romper las barreras de la religión para unir a los jóvenes en la compasión por los que sufren.
Esta vocación que se vio toda su vida sigue hasta la actualidad. En noviembre de 2019 se recibió de médica y apunta a hacer su especialización en pediatría en el Hospital Gutiérrez. Todo este esfuerzo fue reconocido en ese mismo mes en el que fue elegida como una Abanderada de la Argentina Solitaria por dedicar su vida a transformar la del resto de las personas. Aunque ella asegura que son los niños los que generan que todo lo que hace sea posible.
Crédito: Premio Abanderados
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