Los tratamientos interrumpidos por la pandemia del COVID-19 y el aislamiento obligatorio empeoraron el bienestar de aquellos que sufren enfermedades mentales preexistentes.
Por: Paz Castano
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define trastorno mental como una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás. Hay una gran variedad de trastornos, cada uno con manifestaciones distintas. Entre ellos se incluyen la depresión, el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia y otras psicosis, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo. En la Argentina, una de cada tres personas presenta un problema de salud mental a partir de los 20 años. De estos, dos tercios no reciben ningún tipo de atención. (UBA APSA OMS MSAL – 2015)
El aislamiento social, preventivo y obligatorio agravó la situación ya que los especialistas en salud mental no fueron incluídos en la flexibilización de la cuarentena. Psicólogos y psiquiatras de la Argentina aseguran que es una prioridad que debe ser atendida con urgencia, ya que para muchos son indispensables. Sin embargo, encontraron nuevos medios para acompañar a sus pacientes en el contexto de este nuevo escenario mundial.
María sol Reverendo, psicóloga de Cisma (Centro Integral de Salud Mental Argentino), explica qué nuevos medios encontraron para acompañar a los pacientes: “En Cisma, comenzamos a atender en forma online: por Zoom, Skype o video llamadas de WhatsApp”. Confiesa que para algunos pacientes fue más difícil adaptarse, pero cuando se dieron cuenta de que la cuarentena duraría un largo tiempo comenzaron a pedir terapia online.
A nivel país, comenzó una iniciativa (tanto de manera individual como desde los colegios de psicólogos de distintas provincias) en la cual la licenciada formó parte. Muchas instituciones implementaron un servicio de escucha donde ofrecían contención de forma gratuita y online para quienes estuvieran atravesando un momento de crisis debido a la emergencia sanitaria. Se establecen de entre cuatro a seis encuentros para acompañar puntualmente este proceso. Hubo una alta demanda, sobre todo para personas con tendencia a la ansiedad o ataques de pánico, ya que el encierro incrementó estos síntomas.
Andrea Saporiti, licenciada en Psicología, nos cuenta su experiencia. Confiesa que algunos recursos como Skype o Zoom se venían implementando anteriormente con pacientes que viven en el exterior o en otras provincias. Explica: “Lo que hizo la pandemia fue instalar esta manera de atender de una forma más continua y formal”.
Respecto a los pacientes con trastornos mentales de alto grado, para quienes el tratamiento es indispensable, Reverendo explica: “Los pacientes de riesgo continuaron sus terapias sea de forma online o presencial (con los permisos adecuados). La salud mental no descansa”. Agrega que en todos los hospitales continuaron las guardias, aunque pedían que se asistiera directamente a los neuropsiquiátricos, para evitar una mayor circulación de gente. La licenciada Saporiti añade: “Para pacientes que ya tienen un diagnóstico es importante establecer una red de contención con el grupo familiar para que pueda sentirse contenido”. Describe que el encierro genera distintos síntomas que si se prolongan en el tiempo pueden derivar en trastornos de ansiedad generalizados, por lo que hay que estar atentos y pedir ayuda en caso de que sea necesario.
Crédito: Paz Castano.
Para sobrellevar la cuarentena cuidando de nuestra salud mental Reverendo menciona algunos consejos: “Es fundamental cuidar las relaciones y procurar un buen trato con los demás para mejorar la convivencia”. Por otro lado, Saporiti hace referencia al cansancio que genera esta situación de incertidumbre. Explica: “Es importante no perder la esperanza. Saber que en algún momento la pandemia va a terminar y transitar este tiempo reconociendo que es un momento de dolor que tendrá su fin”.
Cómo bajar la ansiedad en tiempos de cuarentena.
Fuente: Andrea Saporiti.
Crédito: Paz Castano.
Si bien los especialistas en salud mental consiguieron adaptarse a este nuevo panorama para acompañar a sus pacientes, la lucha continúa. Algunas obras sociales y empresas de medicina prepaga no reconocen el trabajo a distancia, es decir, no le pagan a los profesionales por la tele atención. La Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) expresa su disgusto ante estas medidas: “Instamos, como asociación médica comprometida con el ideal de la Salud Pública y el compromiso reforzado por la crisis sanitaria, a las obras sociales y las empresas de medicina prepaga a colocarse a la altura de los tiempos y poner como prioridad el bienestar de la población”.
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