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Amalia Bazán, la lucha por los niños y la reinserción social

Actualizado: 15 may 2020

LA MUJER QUE NUNCA SE RINDE


Amalia Bazán, la lucha por los niños y la reinserción social


La fundadora de la asociación comunitaria “Corazones Abiertos” encontró su vocación ayudando a los más necesitados.


Por: Camila Dalla Pozza

Crédito: Página facebook de Corazones Abiertos

En 1999, Amalia Bazán fundó un comedor, ubicado en Villa Hidalgo, para niños y adultos que viven en condiciones de pobreza. En un principio, dividía sus tiempos entre su profesión y el comedor; unos años después, se jubiló y comenzó a dedicarse full time a la fundación. “Al ver la necesidad, quise continuar con el comedor”, admitió Amalia. Empezaron asistiendo unos 150 chicos, pero rápidamente el número fue creciendo. Hoy, junto a los voluntarios, se dedican a preparar 5 mil raciones de comida para un aproximado de 1.600 personas de todas las edades.


Con el coronavirus y la cuarentena obligatoria, Amalia Bazán no tuvo otra opción que cerrar el comedor, pero no por mucho tiempo. Rápidamente se adaptaron a las nuevas reglas de distanciamiento social. Unas semanas después el comedor fue asaltado. Este suceso indignó a Amalia al ver lo que le hacían al comedor que siempre los recibió y porque la comida robada significaba menos para los demás. Amalia cuenta que los vecinos del barrio estaban tan indignados que salieron a defender el comedor. Ni el coronavirus ni los ladrones la frenan, pues ella quiere asegurarse que las viandas de comida sean repartidas igual.


Tiene 77 años años, pero su espíritu permanece joven y alegre. Con buena predisposición abre sus brazos a todo aquel que necesite ayuda y a todo aquel que quiera ayudar. Ella no hace diferencia política ni religiosa, acepta a todos por igual. "Siempre trabajamos: donde hay necesidad, estamos presentes", cuenta Amalia Bazán orgullosa. Sin buscar un reconocimiento ni ganancias a cambio, sigue luchando para ayudar a cuantos más pueda. Encuentra la felicidad en los vínculos formados, ya sea con los voluntarios o con quienes recurren a él.


Sin embargo, su fin último es educarlos para que puedan luchar para salir adelante, generar su ingreso y reinsertarse en la sociedad. Su sueño es que no exista más el comedor, que no sea necesario, para que este pueda convertirse en un espacio de capacitación a las personas. Aunque, hoy en día, el comedor sigue siendo necesario. Para cumplir la meta, con los años le añadió asesoramiento psicológico, capacitaciones, talleres y posibilidades laborales. Busca que descubran que si pueden y devolverles la esperanza.



Amalia Bazán: “No pueden decir “no puedo, no tengo, no sé””.

Crédito: Facebook de Corazones Abiertos



En la semana de la mujer del 2018, la legislatura bonaerense destacó a 10 mujeres por su compromiso y su aporte a la sociedad. Una de ellas fue Amalia. Más tarde, en septiembre de 2019, se inauguró una biblioteca en la Alcaidía Penitenciaria de Campana llamada “Amalia Bazán” en reconocimiento a ella y sus 22 años de dedicación a la comunidad. Esta biblioteca en su honor, representa una nueva puerta para la reinserción social de los chicos que se encuentran allí. “El saber no ocupa lugar, así que a estudiar” afirma Amalia con una voz alegre.


Por último, fue designada embajadora de paz por la organización Mil Milenios de Paz que es presidida por Inés Palomeque. A partir de este encuentro, ambas mujeres establecieron una amistad donde prima el servicio a los demás.“Es como una maga, hace rendir las porciones cuando hay escasos recursos”, afirma Inés Palomeque y añade: “con todo lo que necesita y le hace falta, ella siempre te dice “¿te puedo ayudar en algo?””. Amalia Bazán es una mujer resiliente que, ante la adversidad, siempre logra sus objetivos. Ella afirma con decisión que un niño bien alimentado y feliz es un derecho de todos, no un privilegio.










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