INVESTIGACIÓN ALARMA AL SISTEMA DE SALUD
Niños prematuros sienten dolor en la Unidad de Cuidados Intensivos
El adecuado manejo del dolor es un derecho para el bebé nacido pretérmino que no suele respetarse.
Por Carola Diaz
Una investigación realizada por María Celeste Gómez, psicóloga perinatal, evidenció el sufrimiento de los bebés prematuros al ser sometidos a distintos procedimientos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
La psicóloga realizó un estudio observacional de 27 casos en dos hospitales de la Argentina, uno privado y otro público. Registró las reacciones fisiológicas y de comportamiento de los infantes frente a procedimientos como extracción de sangre, punciones, fondo de ojo, cambio de respirador y aspiración. Los resultados reflejaron diferencias según las edades gestacionales, sobre todo en la frecuencia cardíaca y en los signos comportamentales (gestos, movimientos corporales y llanto).
Fuente: Organización Mundial de la Salud.
Crédito: Carola Diaz.
Los bebés prematuros menores a 32 semanas son sometidos a entre 5 y 14 procedimientos dolorosos por día, y el 80% de estos no recibe analgésicos. Se observó que la frecuencia cardíaca tiende a disminuir en los niños muy prematuros y prematuros extremos, mientras que aumenta en los moderados. A su vez, la aparición de signos comportamentales es menor en edades tempranas.
La Sociedad Argentina de Pediatría sostiene que el desarrollo de los niños comienza en la concepción y continúa en la vida posnatal hasta los dos años. Por este motivo, es necesario prevenir la exposición al dolor desde temprana edad porque puede traerles consecuencias.
Fuente: Investigación María Celeste Gómez.
Crédito: Carola Diaz.
Gabriela Elespe, madre de dos niños prematuros que estuvieron internados en la UCIN dos meses, asegura que los procedimientos son invasivos porque se los expone a nuevos estudios cada vez que presentan una reacción distinta de la habitual. A su vez, afirmó: “Los niños saben lo que sus padres les cuentan, no tienen memoria consciente de todo lo que les pasó allí”.
Una investigación realizada por la Universidad de Oxford reveló que los bebés experimentan dolor igual que los adultos, pero su respuesta a este es cuatro veces mayor y su umbral de dolor es muy inferior. Gómez remarca la necesidad de reconocer las señales de sufrimiento porque sus respuestas ante este pueden ser diferentes y no todos los profesionales lo tienen en cuenta.
Asimismo, los padres sufren con sus hijos prematuros. Elespe sostiene que la angustia, la preocupación, el miedo y la incertidumbre son permanentes. Durante la internación, los padres no suelen comprender el lenguaje utilizado por los médicos ni el uso de la maquinaria. Elespe es médica pediatra y reconoció: “No hay peor padre que el médico, sufrís aún más”. Para sobrellevar este momento, los adultos pueden consultar con psicólogos o asistir a reuniones grupales con padres de niños internados o ya recuperados.
“La experiencia de dolor los hizo más fuertes y resistentes”.
Crédito: Gabriela Elespe.
Durante la internación, el niño debe ser acompañado y tratado con dignidad, para que sea una “experiencia bañada de humanidad”, asegura Gómez. Los procedimientos pueden angustiar a los niños, por lo que necesitan de la contención de sus padres, que es fundamental para su recuperación.
No solo es un deber de los profesionales de la salud hacer frente al sufrimiento del niño internado y de su familia, sino que es un derecho del prematuro recibir un cuidado completo.
Los padres se pueden contactar con la Asociación Argentina de Padres de Niños Prematuros. Allí encontrarán un formulario para completar.
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